Este Viernes Santo 15 de abril, la Cruz de Cristo, el signo de la Redención, estuvo en el centro de la Liturgia de la Pasión del Señor y el camino del Vía Crucis en nuestra parroquia, que providencialmente lleva el nombre de la Santa Cruz. Las ceremonias fueron presididas por el párroco, pbro. Juan Francisco Pinilla, y los fieles, con gran devoción y entusiasmo, participaron activamente en cada uno de los momentos litúrgicos.

Tras la lectura de la Pasión según el relato del evangelista Juan, el padre Pinilla reflexionó sobre el sentido actual y cotidiano que tiene la Pasión de Cristo para nuestra vida personal, familiar y social. Recordó que al contemplar los principales misterios de la fe se nos asoma el verdadero rostro de Dios, fuente de amor e infinita misericordia. «Cuánto daño nos hace pensar a Dios como alguien que nos prueba o que nos manda castigos. Nada más lejos del auténtico Padre que entregó a Su Hijo por nosotros y que está siempre a nuestro lado para amarnos sin condiciones», subrayó. Agregó que en los difíciles momentos que está viviendo nuestra sociedad, es fundamental que cada una y cada uno nos dispongamos a ser los Cirineos que ayudamos a las personas que más sufren a cargar la cruz de cada día.

Tras la oración solemne prevista para este día, hubo un emotivo momento de adoración a la Santa Cruz, manteniéndose, por cuidados sanitarios, la asamblea desde su lugar en actitud de recogimiento. Después del rito de comunión, la comunidad realizó el camino del Vía Crucis por las calles cercanas al santuario, meditando en torno a los momentos del recorrido que hizo el Señor con la Cruz, desde la perspectiva creyente que mira al sepulcro vacío, fuente de nuestra esperanza.

Este fue nuestro primer momento de expresión pública de la fe en las calles de Ñuñoa desde el inicio de la pandemia.

Este Sábado Santo habrá retiro espiritual de 10:00 a 12:00 horas y la Solemne Vigilia Pascual se iniciará a las 20:00 horas (llevar cirios).