Este sábado 5 de marzo a las 19:30 horas se realizó la eucaristía de instalación del nuevo párroco de la Parroquia de la Santa Cruz, Juan Francisco Pinilla, en una ceremonia cargada de símbolos y que contó con la participación de numerosos fieles.
La misa fue presidida por el obispo auxiliar de Santiago Alberto Lorenzelli sdb, y concelebrada por el vicario de la Zona Cordillera, Rodrigo Domínguez; el nuevo párroco, Juan Francisco Pinilla; el vicario parroquial, Luis Eugenio Silva; los presbíteros Nicolás Vial y Marcelo Cabezas, el diácono Jaime Coiro y los seminaristas Jaime Castillo y Miguel Ángel Aguilera.
En su homilía, el obispo Lorenzelli recalcó el hondo sentido del inicio de la cuaresma como camino de conversión, animó al p. Pinilla en las tareas pastorales que le han sido encomendadas y solicitó al consejo pastoral parroquial y a los fieles una corresponsable compañía en la labor evangelizadora. También tuvo palabras de gratitud para el presbítero Javier Barros, anterior párroco de la comunidad.
Tras realizar su profesión de fe y proclamar su juramento de fidelidad, el padre Juan Francisco recibió las llaves de la parroquia, la fuente bautismal junto al agua bautismal y los sagrados óleos, y posteriormente las Sagradas Escrituras. Enseguida, el obispo le invitó a ocupar el lugar de la presidencia de la eucaristía y se procedió a firmar las actas de la ceremonia.
Antes de la conclusión de la eucaristía, el p. Juan Francisco Pinilla dijo recibir con alegría la misión de esta comunidad parroquial y su santuario «que acoge cada día cientos de peregrinos con sus dolores, esperanzas y gratitud al Señor, como auténtica escuela de fe y de humanidad». Añadió que es consciente de sumarse a «la tarea de evangelización de tantos recordados testigos en esta porción del Pueblo de Dios, y en una hora de la historia marcada por el sufrimiento, la incertidumbre de la pandemia y por el horror de una guerra, que a todos nos duele profundamente. Por esto, considero un regalo particular inaugurar este nuevo servicio pastoral bajo el signo de la Cuaresma, de camino a la Pascua del Señor. Ante la cruz que padecemos brilla en el horizonte la luz de la Resurrección, hacia allá orientamos el corazón en la fuerza recreadora del Espíritu Santo». El p. Pinilla expresó también su gratitud a la comunidad de san Ramón de Providencia «con quienes enfrentamos el estallido social y el inicio de la pandemia, con creatividad y generosidad. Gracias a tantos testigos del evangelio que moldean continuamente mi propia respuesta de fe.Gracias a los amigos y amigas que hoy nos acompañan con su cariño y confianza. Pido al Señor el don de la fidelidad y el gozo de anunciar su Vida Nueva».
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