Con la participación entusiasta de numerosos fieles, este Domingo se celebraron las eucaristías de Ramos en la Pasión del Señor, en los horarios acostumbrados de 10:00 y 12:00 hrs.
En la eucaristía de mediodía, tras la lectura de la Pasión de Señor que fue seguida con recogimiento por la comunidad, nuestro párroco, pbro. Juan Francisco Pinilla, nos invitó a meditar durante la Semana Santa que se inicia acerca del relato de la pasión de Marcos que este año nos propone la liturgia De la Iglesia.
Nos parece un relato hasta chocante por el dolor que experimenta el Señor: Él toma la decisión de actuar con la sencillez del Hijo de Dios y entra en Jerusalén en un humilde burrito, sin ningún atisbo de pompa ni de poder. Vive sus últimas horas con sus discípulos y se queda solo cuando es apresado y sometido a un juicio injusto, a insultos y golpes, al escarnio de la crucifixión. Jesús muere, nos dice el evangelista Marcos, dando un grito de dolor. Murió como un hombre libre y liberador. Fiel y consecuente con el testimonio de su vida hasta la muerte.
Para nosotros, que contemplamos desde nuestra historia de vida el relato de la Pasión, el camino de la Cruz que lleva a la Gloria de Cristo es un regalo de amor. En esta narración comprendemos que el Padre que con amor nos creó, también con su amor nos envió a su Hijo para que podamos ser rescatados, con Él, de la muerte y aspirar a una vida de felicidad y plenitud.
Que nuestra Semana Santa sea un tiempo de reflexión sobre el misterio de nuestra fe: Cristo es el don de amor del Padre Dios que entregó su vida para que nosotros tengamos Vida abundante.
Imágenes gentileza Paola Caro.