En las eucaristías del Domingo II de Pascua, nuestro párroco, pbro. Juan Francisco Pinilla, nos invitó a reflexionar sobre la necesidad de re-educarnos en lo valioso que es cuidar el silencio en algunos lugares, como lo es templo parroquial de la Santa Cruz y santuario de san Expedito. Lo anterior, como preocupación que varios feligreses han hecho llegar en las últimas semanas.
Lo más sagrado en este templo, explicó el párroco, es el encuentro de cada persona con el Señor, aquí presente. Para hacer posible ese encuentro debemos cuidar el clima espiritual al interior de este lugar, que es, ante todo, un lugar de oración. Esta tarea es de toda la comunidad.
Un claro sello de un clima espiritual es el silencio de los adultos en el templo, porque esa actitud nos permite a todos hacer oración, también en silencio.
Por ese motivo como comunidad haremos tres esfuerzos en los que el p. Juan Francisco nos pide a todos nuestra mayor colaboración:
- En primer lugar, evitemos los saludos sociales y diálogos adentro del templo, que es lugar de oración, no de conversación. Si queremos expresarnos nuestro afecto y saludo bien podemos hacerlo afuera, ya sea antes de entrar o a la salida. Por esa razón las intenciones de difuntos se anotan afuera.
- En segundo lugar, para ayudar a que el templo nos reciba en silencio para orar, a contar de la próxima semana la única oración que haremos en voz alta antes de la eucaristía será el rezo sabatino de las primeras vísperas del Domingo. El rosario sólo lo rezaremos en voz alta durante el mes de María y en las novenas marianas. De este modo, todos podremos orar en silencio, cada uno del modo que mejor le acomode, generando un clima espiritual que nos prepare a celebrar la eucaristía.
- Finalmente, invitamos a un nuevo esfuerzo por habituarnos a silenciar nuestros teléfonos celulares o apagarlos, para evitar la distracción que sus sonidos provocan.
La comunidad parroquial agradece vivamente la favorable acogida que esta invitación ha recibido entre los fieles.