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Vencemos por Cristo, con Él y en Él

Como cada semana, nuestro párroco, pbro. Juan Francisco Pinilla, nos comparte su homilía.

En este primer Domingo de Cuaresma vemos a Jesús tentado en el desierto. El relato contiene referencias al Primer Testamento. De partida, la acción del Espíritu sobre Jesús, a diferencia de Mateo y Lucas, Marcos dice: lo empujó al desierto. En este sentido, la prueba es provocada por el Espíritu Santo. Es el protagonista oculto. La tentación es la primera manisfestación a continuación de la escena del Bautismo, donde el Espíritu ha ungido al Mesías. Y ¿qué indica el desierto? En primer lugar, el antiguo Éxodo de Egipto. Jesús es el verdadero Moisés liberador. Lo que se une a la cifra 40. Pero el desierto indica también no vida, soledad y silencio. Jesús revive en 40 días los 40 años del Éxodo. Una liberación siempre amenazada por la rebeldía y la infidelidad de Israel. Marcos no indica qué tentaciones fueron, se centra en el hecho mismo de la prueba y en la victoria final. Jesús vence al Maligno y renueva la armonía cósmica original del proyecto divino.

Satanás significa Adversario. En una guerra es aquél que quiere que yo no exista. La gloriosa identidad divina proclamada a orillas del Jordán Jesús la vive en la prueba constante hasta la cruz. Ser hijo de Dios es equivalente a ser tentado. Una identidad desafiada por el espíritu del mal. San Agustín predicaba que el Hijo de Dios tiene de nosotros la tentación para que nosotros tengamos de Él su victoria.
¿Cómo experimentamos hoy la lucha contra el mal y la fuerxa del Espíritu?

¿Qué importancia damos a nuestra identidad de hijos e hijas de Dios? ¿De qué manera, la victoria del Seños nos fortalece y acompaña?

Evangelio (Marcos 1, 12-15)

El Espíritu llevó a Jesús al desierto, donde fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.

Después que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia.

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Imagen: Sandro Botticelli, Tentazioni di Cristo